El uso de hielo es uno de los métodos de recuperación disponibles más populares y ampliamente utilizados.
Entonces, ¿cuándo es el mejor momento para usar hielo para una recuperación óptima?
Después de una lesión muscular aguda más grave
Las lesiones musculares agudas graves pueden variar desde distensiones y desgarros hasta roturas completas de las fibras musculares. La recuperación de tales lesiones puede llevar varias semanas o meses y dependerá de la gravedad de la lesión y del plan de tratamiento.
La aplicación de hielo en el área lesionada puede ayudar a reducir la hinchazón y la inflamación. Aplique hielo durante 20 minutos a la vez, varias veces al día, durante las primeras 48 a 72 horas después de la lesión.
Después de una sesión de entrenamiento de resistencia
La investigación muestra que el hielo puede regular al alza la proteína pgc-1alfa, que es beneficiosa para el metabolismo de la energía muscular y, por lo tanto, para el rendimiento de resistencia.
Al reducir la inflamación y el dolor, la terapia con hielo puede ayudar a acelerar el proceso de recuperación después de una sesión de entrenamiento de resistencia, permitiéndole volver a su régimen de entrenamiento más rápidamente.
Cuando el rendimiento es tu objetivo
La investigación muestra que debido a que el hielo reduce el flujo sanguíneo y la respuesta inflamatoria, puede mitigar las adaptaciones al entrenamiento.
El hielo también puede adormecer los receptores del dolor, aliviando el dolor y la incomodidad. Esto puede ser especialmente útil para los atletas que necesitan superar una sesión de entrenamiento o una competencia a pesar de lesiones menores o distensiones musculares. Las temperaturas frías pueden aumentar el estado de alerta y la claridad mental, lo que puede ser útil en situaciones de alta presión donde el enfoque y la concentración son esenciales.
Sin embargo, cuando estás jugando en un torneo y tienes varios partidos en un corto espacio de tiempo (quizás incluso en el mismo día), no te preocupa la adaptación, solo te preocupa ayudar a tu cuerpo a volver a un estado normal. donde puede volver a desempeñarse al nivel requerido.